Video. Nuestras queridas mascotas.
Son los primeros en aparecer y los últimos al cerrar la puerta. Corren por los patios, juegan y marcan presencia. Pero no se trata de niños, sino de las mascotas TISLS: Capuccino y Blacky, dos perros que llegaron de la calle y que rápidamente lograron conquistar el corazón de alumnos, profesores, auxiliares y apoderados de nuestro colegio.
La historia comenzó en 2015, cuando un tímido perrito de pelaje color beige claro llegó a TISLS, aparentemente perdido. “Lo dimos en adopción después de esterilizarlo pero él volvía al colegio. Como a la tercera adopción, decidimos dejarlo acá porque se había acostumbrado con los alumnos”, explica miss Margori Goldberg, orientadora y la principal responsable del cuidado de las mascotas.
“Es un perro muy especial. Se suele arrancar al Cerro Grande, se va detrás de los jóvenes y después vuelve solo. También le encantan los autos, si ve una puerta abierta se sube y lo vienen a dejar después. Menos mal está identificado con chip con mi teléfono, así es que muchas veces he debido ir a buscarlo a diferentes lugares el fin de semana y traerlo al colegio”, agrega.
Durante cinco años, Capuccino, como le llamaron cariñosamente por el color de su pelaje, fue la única mascota de TISLS, acaparando la atención y el cariño de niños y jóvenes que no podían mantenerse indiferentes frente a su presencia “y jugaban de igual a igual”, cuenta miss Margori.
Incluso, la presencia de Capuccino sirvió para potenciar otras áreas de formación no tradicional en los niños y jóvenes TISLS, inspirando a dos ahora exalumnas, a formar en 2018 un grupo animalista que hoy ya cuenta con 26 participantes de distintos niveles escolares.
Por eso no extraña que en 2020 se sumara una nueva mascota al colegio, luego de una de las habituales escapadas de Capuccino. “El año pasado llegó con un amigo, a quien bautizaron como Blacky y ahora es su fiel compañero”, agrega la profesora.
Juntos, Capuccino y Blacky han formado una dupla inseparable que día a día entrega cariño a nuestra comunidad escolar y como indica emocionada Miss Margori, “sin duda han generado unión y compromiso. Dentro de lo que hacemos, hay campañas de concientización sobre tenencia responsable, apadrinamos perros, costeamos sus tratamientos y generamos instancias de adopción. Lo maravilloso de todo esto es que a pesar de la pandemia y de que no hemos tenido muchas actividades, nos mantenemos en contacto gestionando segundas oportunidades para estas mascotas”.
Son precisamente esas segundas oportunidades, – como la que hoy viven Capuccino y Blacky al interior de TISLS -, las que estamos seguros ellos retribuyen disfrutando y entregando alegría a quienes se les cruzan en pasillos y patios.
Marta Cortés es auxiliar y agradece la compañía de las mascotas. “Los quiero mucho, se van conmigo a la cocina. Yo estoy enamorada de Capuccino desde que llegó. Recuerdo que estábamos sólo nosotros en el colegio, porque los profesores estaban de vacaciones, así que desde ahí empezamos a cuidarlo, es un perro muy inteligente. Y su amigo hace todo lo que él hace, son muy amorosos”.